Un enfoque basado en el sentido común
Pero, aun cumpliendo de forma general con todos los requisitos que controlan todos los aspectos del sector tabaco, nuestra pregunta es: ¿De qué manera podemos complementar las políticas de control de tabaco existentes, enfocadas primordialmente en la prevención y cesación tabáquica? Y más específicamente: ¿cuál es el plan para satisfacer las necesidades de las mil millones de personas adultas fumadoras, muchas de las cuales siguen y seguirán fumando?
La respuesta, desde nuestro punto de vista, es la innovación, tanto en productos como en políticas. A medida que trabajamos para diseñar un futuro sin humo, nuestras prioridades están cambiando. La tecnología, que tanto nosotros como otras empresas hemos desarrollado, hace posible que el mercado de la nicotina y del tabaco avance hacia un futuro en el cual los cigarrillos puedan ser reemplazados por productos alternativos con menor exposición al riesgo, sin humo.
Una regulación basada en el perfil de riesgos de los diferentes tipos de productos de tabaco, incluidos los productos sin humo, combinada con otras restricciones a los cigarrillos, puede ayudar a combatir de una forma más efectiva, el daño relacionado con el tabaquismo.
Para ser claros, la regulación debe continuar disuadiendo a las personas de que empiece a fumar y debe fomentar el cese de esta actividad. Pero está igualmente claro que millones de hombres y mujeres continuarán fumando, y que ellos merecen la oportunidad de tener acceso a información y a elegir mejores alternativas.